INFORMA actualiza la certificación Cero CO2
INFORMA D&B ha actualizado su sello y certificación Cero CO2 por la compensación de la huella de carbono emitida en el ejercicio 2021.
Para INFORMA mantener un compromiso responsable con su entorno es importante. La empresa está implicada en diferentes iniciativas que se detallan en su memoria de RSC.
En concreto, en el tema mediambiental, dispone de un Sistema de Gestión Medioambiental certificado con la ISO 14001 desde 2012, medición de la huella de carbono y empresa Cero CO2 (el 100 % de las emisiones se compensan con proyectos en países en vías de desarrollo).
En el ejercicio 2021, como novedad, INFORMA ha decido materializar esta compensación de su huella de carbono con dos proyectos medioambientales:
- Reforestación comunitaria de tierras en desuso en Nicaragua
- Conservación de la Amazonía en Madre de Dios en Perú
Conservación de la Amazonía en Madre de Dios, Perú Deforestación evitada
Dada la situación de gran riesgo de deforestación de la Amazonia Peruana, en particular tras la construcción de la carretera transoceánica que atraviesa la selva, los recursos actuales no son suficientes para controlar adecuadamente la selva del Amazonas y protegerla.
El objetivo del Proyecto REDD Conservación de Madre de Dios en la Amazonia va a reducir drásticamente esta deforestación, incrementando la vigilancia de la selva y promoviendo la generación de beneficios en el bosque para las comunidades locales.
El proyecto ha sido doblemente validado por dos de los estándares más prestigiosos del Mercado Voluntario de carbono (MVC):
- Verified Carbon Standard (VCS)
- Climate Community and Biodiversity Standard (CCBS)
Su contribución al desarrollo sostenible de la zona le ha permitido conseguir la “Calificación gold” de CCBS. Además, para garantizar la transparencia, el proyecto está registrado en Markit Environmental Registry.
El proyecto se extiende a 100.000 hectáreas de selva, localizadas a menos de 50 km de la nueva carretera interoceánica que unirá Brasil con los puertos peruanos, en la región que pertenece al Corredor Ecológico Vilcabamba-Amboró en la Amazonia Peruana.
Se trata de uno de los puntos clave de biodiversidad del planeta,, ya que es el hábitat natural de cuatro especies de flora y once de fauna en peligro de extinción.
También va a contribuir al desarrollo sostenible de productores rurales y comunidades indígenas (tribu Yine, indígenas en aislamiento voluntario de la tribu Mashco Piro y otras tribus aún no identificadas) que viven en la zona.
Las compañías que tienen la concesión realizan una gestión forestal sostenible del área. Tan solo una pequeña parte de las 100.000 hectáreas es gestionada de forma que solo los árboles de determinadas especies y diámetros superiores son extraídos de forma selectiva y sustentable (de acuerdo con la certificación anual FSC). Los árboles extraídos se regeneran naturalmente, redundando en la práctica en mayor salud y vigor para el bosque.
Actualmente no hay suficientes recursos para cubrir el monitoreo de la totalidad del área por lo que no se realiza un adecuado control y vigilancia de esta. A través de la venta de créditos de carbono se consigue obtener los recursos económicos necesarios para financiar las tareas de vigilancia.
CommuniTree: Reforestación comunitaria de tierras en desuso, Nicaragua
CommuniTree Carbon Program es una iniciativa comunitaria que se desarrolla en Nicaragua con pequeños agricultores para reforestar partes de sus tierras en desuso.
Los agricultores están involucrados en cada paso del proceso de reforestación y pueden solicitar préstamos sin intereses con finalidades como construir cercas, aclarar arbustos y plantar el semillero, lo que a su vez contribuye a crear puestos de trabajo indirectos en la comunidad.
El proyecto, impulsado por la ONG Taking Root, se localiza en una cuenca que alimenta directamente el Estuario Real, uno de los espacios de América Central más ricos en biodiversidad.
Este proyecto genera créditos de carbono de alta calidad, de acuerdo con el riguroso estándar Plan Vivo, que tiene en cuenta las condiciones de la zona y la riqueza de los ecosistemas reforestados.
Al talar la selva para darle un uso agrícola al terreno se ha perdido una importante cantidad de masa arbolada y se han agrandado los efectos de las estaciones secas de carácter excepcional.
Con la reforestación de los terrenos agrícolas que ya no se utilizan, además de los conocidos beneficios en la lucha contra el cambio climático, se contribuye a mejorar la principal fuente de ingresos de la comunidad local: la producción agrícola. El proyecto, a través de un mejor uso de la tierra y una gestión más sostenible de los recursos forestales, incrementa la cobertura forestal, ayudando a retener la humedad durante la estación seca. Esto redunda en una mejor calidad de vida para los residentes del entorno de San Juan de Limay (Nicaragua) que, además, reciben un pago efectivo por servicios ambientales.
Desde el año 2010 han participado un total de 296 familias y se han creado 2.645 empleos locales, relacionados con la creación de viveros de especies mixtas, la plantación de los árboles en la selva y el aprovechamiento de la madera proveniente de las labores de clareo para mantener la salud del bosque.
Reducción de emisiones
Los árboles plantados funcionan como eficientes bombas de carbono, captando CO2 del aire y fijándolo en sus estructuras vegetales. Estos árboles pueden crecer hasta 10 veces más rápido en la zona de Nicaragua que en los climas del norte lo que multiplica su beneficio en la lucha contra el cambio climático. Además, se refuerza la riqueza genética dado que se utilizan exclusivamente semillas de especies autóctonas, ayudando a mantener bosques maduros que sirven de hábitat a la fauna local.
Hasta el año 2015, el proyecto había captado y fijado 346.767 toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones anuales de 90.433 coches.
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